Referencias Literarias: Solaris, Stanislav Lem, 1961


Solaris es una novela de ciencia ficción que cuenta ya con dos adaptaciones al cine, una de Andrei Tarkovsky (1972) y la más reciente de Steven Soderbergh (2002). No he visto ninguna de las dos, de hecho sólo había oido hablar de la nueva, y mi escepticismo habitual consideró un título de visionado nada urgente; me parecía algún pastiche a medio camino entre Esfera, de resultado mediocre, y Horizonte Final, que considero entretenida y con un punto más conseguido de terror. Recientemente ha llegado a mis manos la novela original (Solaris, Stanislav Lem, 1961) y la estoy devorando rápidamente, al punto de que creo que no va a pasar de dos días en mis mános. El relato comienza casi in media res y precipita de súbito al lector a la extraña gravitación del planeta que da título al libro mediante la narración en primera persona del protagonista transportado en una lanzadera hasta la estación flotante que investiga la superficie y las propiedades de la enigmática masa líquida que la abarca en casi su totalidad (uf). Se trata de una pieza de ciencia-ficción de las buenas, de las clásicas; publicada en los sesenta, y sin chirriar con paso del tiempo, envuelve al lector y plantea temas y situaciones o problemáticas eminentemente humanas, en un contexto no humano, espacial, lejano... fronterizo. Esto ocurre con la buena ciencia-ficción.
Al embarcarme en la lectura de este libro como disparado también en la lanzadera rumbo a lo desconocido, se me aclaran algunas ideas relacionadas con el proyecto:
La utilización de un género como contexto (ciencia ficción) para una historia que no gira necesariamente en torno a una trama fantástica, de aventuras o divulgación, sino de relaciones y sentimientos, y cómo esto da lugar a lenguajes, planteamienos, códigos y resoluciones, a vías de trabajo estéticas o narrativas, estructurales, al desarrollo de una singular imaginería... etc.
En Solaris, concretamente, a parte de la confrontación con lo inexplicable, lo no humano, con las limitaciones del conocimiento (temas que encuentran la hipérbole en la obra de Clarke-Kubrick, 2001, Una odisea en el espacio, 1968) y sin querer desvelar demasiado sobre el argumento, el protagonista se enfrenta a la aparición de una duplicación, un desdoblamiento de una persona que parece volver del pasado y todo esto conl leva una carga emocional, de introspección que amplia y enriquece profundamente la novela; perseguir un amor perdido en un doble de esa persona como en Vértigo(Alfred Hitchcock); el temor ante una farsa, un replicante, o dilucidar qué nos hace humanos, reflexionar sobre nuestra mortalidad y limitaciones, como en Blade Runner (Ridley Scott).
El tema del desdoblamiento, ya se ve tratado en como origen de la rebeldía y el cuestionamiento del totalitarismo junto con la reflexión sobre la libertad del ser humano en las grandes distopías : Nosotros, de Yevgeni Zamiatin (1921), Un Mundo Feliz, Aldoux Husley (1932) y 1984, de George Orwell (1949). Grandes Temas, como hemos dicho, que también se desarrollan en un tiempo y lugar concretos y necesarios para que se produzca el hecho literario o fílmico, el hecho ficcionado (cronotopo?), bajo los códigos de un género y un contexto que concretiza o materializa la obra en sí, conformando su teleología.

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